SHARAF BLEND

¿A qué huele?

Los dátiles maduran al calor de la noche, jugosos y oscuros, mientras el azafrán y la nuez moscada dibujan un humo dorado en el aire. En el corazón, el praliné se funde con la vainilla como un susurro dulce, envuelto en nardo —una flor que no florece al sol, sino bajo la luna. Y en la base, el ámbar, la tonka y el benjuí se entrelazan con almizcle sedoso, dejando una estela que no pasa, se queda.

Para quienes llevan su estatus sin decir una palabra.

Cálido,  Dulce, Hipnótico.